5 prejuicios ECO sobre la imprenta

Sobre la imprenta ecológica hay todavía muchas dudas. A menudo nos enfrentamos a declaraciones que se afirman categóricamente, como si de una verdad irrefutable se tratara. Pero, a menudo también, no se acompañan de datos ni cifras que corroboren esa información. Algo así ocurre con la impresión y su impacto sobre el medio ambiente. Hoy os hablamos sobre cinco prejuicios ecológicos sobre la imprenta. ¿Es Lozano Impresores una imprenta ecológica?

    1. «Los libros digitales son más sostenibles».

      En un estudio del New York Times en el que se comparaban los recursos que se consumen para producir un iPad de Apple y un libro convencional, se demostró que el dispositivo electrónico solo es más respetuoso con el medio ambiente si la producción de libros supera las 50 unidades. Y, según la media, un usuario necesita como mínimo 4 años para leer 50 libros. ¿Cuánto tiempo necesita Apple para lanzar un nuevo modelo?

    2. «No sabemos de dónde sale el papel que compramos».

      Existen numerosos sellos de calidad y etiquetas ecológicas que corroboran y garantizan la procedencia del papel que se utiliza en la imprenta actual. De este modo, el cliente puede elegir entre una empresa que siga esos protocolos —y contribuir con ello a la protección medioambiental— u otra que no los siga.

      El World Wildlife Fund for Nature (WWF) recomienda los certificados del Forest Stewardship Council (FSC®), de la Rainforest Alliance y de ÖKOPAplus. Además, la etiqueta PEFC (Programme for the Endorsement of Forest Certification Schemes) cumple con los protocolos para una protección activa del medio ambiente.

      Ambos sistemas de certificación garantizan que el papel utilizado proviene de bosques como los de Finlandia, líderes del mercado sostenible de papel, donde se repoblan los árboles que se talan para su producción.

      En Lozano Impresores trabajamos bajo el sistema completo de custodia FSC y PEFC. Puedes encontrar más información en nuestra Web.

    3. «La producción de papel destruye los bosques».

      El sector de las artes gráficas no puede prescindir del papel, cierto, y, del mismo modo, la industria papelera no puede prescindir por completo de la madera. A pesar de ello, el uso del papel reciclado crece exponencialmente. En Alemania, por ejemplo, de los 22,5 millones de toneladas de papel, cartón y cartonajes que se fabricaron en 2014, el 74% procedieron de papel reciclado. Y esta tendencia está en auge.

      Además, como hemos comentado en el punto anterior, el mercado del papel sostenible (con las certificaciones FSC y PEFC) garantizan la repoblación de árboles talados para la producción del papel.

Desde 1950 las superficies forestales de Europa han crecido en un 30%.

  1. «La impresión contamina el agua».

    Gracias a las numerosas innovaciones que se aplican en las imprentas modernas se consiguen dos ventajas fundamentalmente: la reducción de las aguas residuales y el ahorro en el consumo de agua.

  2. «Las tintas que se utilizan en impresión son nocivas para el medio ambiente».

    El sector de la impresión profesional está en constante mejora para prevenir la contaminación del medio ambiente. A día de hoy, hay dos tipos de tintas que se utilizan en la impresión. El primero y más convencional es el que se compone de metales pesados. La segunda se basa en innovaciones constantes en la composición de las tintas para que sean sostenibles y no contengan sustancias nocivas o contaminantes.

    Además, hace ya muchos años que en las tintas no se utilizan disolventes dañinos para la salud (como lo eran los hidrocarburos clorados, por ejemplo). Se sustituyeron por materias primas renovables, más fácilmente biodegradables. Es por eso que la imprenta ecológica es una realidad y los perjuicios quedan a un lado.

Fuente: Heidelberg News 278 · 2016.