La encuadernación con tela proporciona al libro un acabado especial y no muy común actualmente, a pesar de su versatilidad. Descubre este tipo de encuadernación en nuestro post de hoy.Como hemos comentado anteriormente, la encuadernación de un libro puede realizarse de muchas formas distintas. No hay una manera correcta de hacerlo, ni necesariamente debe responder a un criterio único en cuanto al uso que se le vaya a dar al libro en sí.
Son muchos los factores que determinan que se utilice un tipo de encuadernación u otro. En este caso, la estética es uno de los factores determinantes para decidir optar por la encuadernación con tela.
Características de la encuadernación con tela
Los libros encuadernados con tela deben estar, a su vez, encuadernados con tapa dura (también denominado cartoné) necesariamente. Para poder encolar la tela elegida a la tapa, esta debe ser rígida y tener suficiente aguante para que la tela quede fijada correctamente.
Posteriormente, las guardas cubren los interiores de la portada y contraportada para que el resultado sea óptimo y el corte entre la tela y el interior quede pulido.
Por qué elegir la encuadernación con tela
La versatilidad que ofrece este tipo de encuadernación es uno de sus puntos fuertes. A pesar de que en los últimos años se ha ido perdiendo esta tendencia, siguen habiendo obras cuya encuadernación se ofrece con acabado de tela.
Este tipo de encuadernación que, a priori, puede dar la sensación de antiguo o clásico, da también sensación de sobriedad y presencia. Muchos títulos como las ya en desuso enciclopedias, pero también novelas, recetarios o tesis doctorales se encuadernan con acabado en tela todavía en la actualidad.
El proceso de la encuadernación con tela es eminentemente manual, por lo que el acabado es delicado y de gran calidad. Sin duda, una forma de darle un mayor empaque a una publicación y hacerla única.
Tipos de tela para usar en encuadernación
Hay multitud de telas aptas –o especialmente fabricadas– para la encuadernación de libros. Otras, sin embargo, debido a sus características están desaconsejadas o en desuso. En el segundo grupo se encuentra el terciopelo, una tela que antiguamente se utilizaba asiduamente para la encuadernación de títulos y que actualmente su uso es anecdótico.
Por el contrario, las siguientes telas sí que se utilizan, en mayor o menor medida, para la encuadernación de tapa dura:
- Gematex. Tela especial para trabajos de encuadernación. Es el más extendido gracias a su fácil aplicación y que se adhiere a la cubierta con cola de encuadernación. No es realmente tela pero
- Linocolor. Tela con aspecto de vaquero desgastado.
Gematex y Linocolor vienen en colores lisos, permiten la impresión de textos y dibujos sencillos o el serigrafiado.
- Buckram. La más versátil y duradera y, a su vez, la más cara. Son resistentes al agua y se venden con gofrados que imitan telas o pieles, estampan muy bien y tienen un tacto agradable.
Otros tipos de encuadernación. Puedes ver otros tipos de encuadernación en nuestro blog en la categoría «Tipos de encuadernación».